Kim Petrar, la adolescente alemana que sorprendió al mundo con su cambio de sexo, ya no será la transexual más joven de la historia. Un joven británico ha comenzado su revolución sexual cambiando de nombre y de armario. Sus padres protegen su identidad, por lo que solo sabemos que tiene doce años. El joven aún no ha sido operado pero seguirá un tratamiento hormonal. En cualquier caso, su cambio de sexo no ha sido del todo aceptado. Sus compañeros de escuela se burlan de él y de su condición e, incluso, llegaron a acosarle violentamente y el joven necesitó protección policial.
La transexualidad en jóvenes es (como se puede ver en la noticia anterior) un hecho que no se está aceptando del todo. Un cambio de esta trascendencia modifica totalmente la vida del paciente. Resulta alarmante que existan personas que puedan tomar decisiones de este tipo sin tener la madurez necesaria para ello. Además. en el artículo no se refleja la opinión médica, ya sea a favor o en contra. Es necesario respaldo médico ya que un menor no puede tomar una decisión como esta sin ser consciente de todo lo que conyeba. El joven no esta desarrollado ni física ni psicológicamente y pretender que su nivel de madurez sea suficiente como para elegir ser de un sexo u otro es increíble.
Hay que tener en cuenta que los responsables del proyecto son los padres y que, salga bien o mal, son ellos los que van a tener que acarrear con las consecuencias legales y morales. El joven queda exento de cualquier tipo de responsabilidad y resulta injusto para los padres ya que el hijo siempre podrá culparles de sus actos si en un futuro no se encuentra cómodo (o cómoda) con su nueva identidad. Lo más lógico sería que el joven esperara hasta la mayoría de edad para ser responsable y consciente en todo momento de sus actos y sus consecuencias.
